Microrrelato: La dama del bosque
Uno de los muchos visitantes que el Castillo de Coca acoge cada día deambulaba por el adarve cuando el viento llevó hasta él un grito espeluznante. Era un grito de mujer, sin ninguna duda, y parecía proceder de la arboleda al otro lado del foso. El viajero, convencido de que había acontecido alguna desgracia, corrió hacia el “Arboreto”, como rezaba el tosco cartel colgado sobre la puerta, y registró palmo a palmo el bosquejo. No halló un alma viviente en aquellas soledades, tan sólo curiosas esculturas de animales talladas en tocones de madera. Se acercó a una de ellas, un lobo de empinadas orejas, y mirándolo fijamente le pareció detectar en sus ojos una profunda tristeza. Una mano se posó sobre su hombro, sobresaltándole: una hermosa mujer de negros cabellos como una noche sin luna, esparcidos sobre una sencilla túnica, le sonreía. Pero no era una sonrisa afable y el hombre sintió un frío repentino invadiendo su cuerpo como una marea siniestra.
Los visitantes de la siguiente jornada pudieron contemplar una nueva escultura en el “Arboreto”: el torso de un hombre que surgía de la madera con los brazos alzados y la boca abierta en un mudo grito de socorro.
Autor: Ana María Abad García, de Madrid
Escucha el microrrelato
Narrado por Francisca Vaquero Rodrigo
Fotografía de Elixa22. License CC-BY-SA